
La etimología de Monfragüe, Monfragüe ha tenido siempre algo de controversia, pero es cierto que tiene elementos comunes, lo escarpado, abrupto y espeso de su vegetación. El nombre lo podemos hacer derivar del latín Mons-fragorum “Monte Espeso”, Mons Fragosus "Monte Escarpado", también de Mons Fragoris "Monte de la Fractura" o "Monte del Escarpe". Estas y otras denominaciones, junto con la que los musulmanes le dieron Al- mofrag “El Abismo” apuntan hacia ese denominador común, el corte que el río Tajo produce en las rocas cuarcíticas para seguir su paso hacia el oeste y lo espeso, exuberante de la vegetación de estas laderas de bosque mediterráneo
Por lo tanto Mons-fragorum, Al-mofrag, Almonfragüe, Montfragüe, Monfragüe…. Así se ha conocido secularmente a estas tierras. Todos estos nombres hacen mención a un espacio único, escondido en el centro de la provincia de Cáceres y guardado celosamente por el río Tajo a su paso por las serranías de las Corchuelas, Santa Catalina, la Diabla y el Espejo.
Lo escarpado de estas serranías, lo agreste y amontado de su vegetación, han hecho que la zona conserve uno de los mejores espacios de bosque mediterráneo de Europa, a pesar de ser un espacio habitado de manera continuada desde la prehistoria.
Monfragüe aúna desde un rico pasado histórico (abrigos con pinturas rupestres, fortalezas medievales, obras de arquitectura civil y espacios de usos tradicionales, como chozos de pastor) a la naturaleza en estado puro, donde el buitre se convierte en señor de los cielos, mientras los herbívoros pueblan la dehesa.